No me acostumbro… no aprendí a decir adiós,
Las huellas del pasado no me dejan en paz,
Me atormenta la soledad…
Los recuerdos me invaden,
Las cicatrices no han sanado aún,
Recordé mi pasado, lo creí olvidado,
La carga en mis recuerdos es pesado,
Las heridas se abren y de nuevo el dolor me deja sin fuerzas,
Mostrando debilidad,
Mi alma desnuda siente vergüenza,
Mis pensamientos me llevan al lugar lejano en mi corazón,
Al justo instante en que nos dijimos adiós,
Aún siento el dolor intenso en mi alma,
Pierdo la calma y me llega la angustia de no haber sido fuerte,
Tantas preguntas sin respuestas, de que me sirven ya… tu no estas,
Si pudieras verme por dentro,
Ver mis heridas y como muero lento,
Quiero hablarte desde mi corazón,
Si escucharas mi voz en medio del silencio,
Pero no…
Daría mi alma a la oscuridad si pudiera amarte una vez más,
Pero el miedo es lo que vez… y la maldición de un adiós es lo que me das,
Dije que no te extrañaría,
Pero mi corazón insiste en extrañarte,
El dolor me lleva a la perdición,
Y me invade el temor,
Y mi razón se vuelve rencor,
De la locura a la perdición…
Lagrimas de un amor perdido,
Que sin razón se ha ido dejándome la culpa que pesa en mi alma,
Perdiendo toda calma...
Tantas palabras que no escucharas,
En medio del silencio recibo el calido suspiro y el frio abrazo de la soledad.
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