miércoles, 8 de febrero de 2012

Marisol

No podía soñar…

Creía que los sueños se pagaban con dolor,
No es porque no supiera soñar... sino porque un día si se atrevió,
Y  hoy siente dolor,
La vida, el amor y la decepción dejaron vacio su corazón,
De pronto salió corriendo…
Sin rumbo, solo quería olvidarse del mundo, dejar atrás los remordimientos,
Quería sentirse viva por un momento,
Borrar de su alma todo sentimiento,
Ella buscaba un lugar donde liberarse de su tristeza,
Sus ojos decían… ayúdame,
Más nadie la vio y sentada en una vereda se quedo…
Pasó  horas allí… y de sus ojos lágrimas cayeron,
El frio y la impotencia de no saber que hacer…
La hicieron dudar…
Y la peor decisión acaba de tomar.
Ya no quiso sufrir  y su cuerpo del frio no pudo cubrir,
La pobreza del bolsillo no era tanto como la pobreza del alma de los demás.
 Cuando te sientes solo la mente no te da opciones,
Un juego mortal, que nos abre un oscuro portal,
Sola en el mundo…
Sola en su ser… un bello rostro bosquejo de la desesperación.
Se imagino en una iluminada habitación,
Vestida de blanco rodeada de ángeles,
La vida… que solo le ha dejado marcas en el alma.
Que difícil es olvidar cuando tanto daño te ha hecho…
Marisol  sonríe… por un momento,
Mira sus manos y empieza a dibujar en el aire…
Ángeles a su alrededor,
Una brisa fresca la acaricia…
Cierra sus ojos,
Sonríe...
Ya no siente frio…
Viene a ella los recuerdos, de tantos momento idos,
No me olvides-dice- en medio de la oscura calle,
Mientras la muerte se acerca… lenta,
No me olvides-Dijo Marisol nuevamente- miro a los ángeles que ella dibujo.
Cómplices la noche y la luna testigos mudos de una mortal decisión,
Marisol no pudo más que la decepción…
Marisol nos dijo adiós.


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